La historia
En 1894, Biarritz, reina de las playas y playa de los reyes, acoge un nuevo templo del lujo y de la moda, en la plaza de la Libertad, hoy renombrada plaza Clemenceau.
«Biarritz Bonheur» abre sus puertas en los vastos locales contiguos a la estación del BAB.
Biarritz Bonheur se amplía y se muda. El nuevo almacén se inaugura el 5 de agosto de 1903. A principios del siglo XXè, la Sociedad Francesa de las Nuevas Galerías compra la marca.
Se instaurarán numerosas reformas arquitectónicas.
En 1999, la marca Galeries Lafayette se añade al nombre del centro. Pero el nombre Biarritz Bonheur sigue resonando en el corazón de los habitantes de Biarritz.
Estilo art déco, madera, vigas metálicas, cobre reluciente, escalera central y ascensores: el lugar se convierte en el templo de la magnificencia. En cuanto al merchandising, se instalan vitrinas lujosas en la planta baja.
En la segunda planta se organizan exposiciones culturales sobre países extranjeros.
Para los empleados, el uniforme es obligatorio: falda plisada por debajo de la rodilla, blusa blanca o cárdigan y zapatos azul marino o negros. Tanto el saber hacer como el saber estar son imprescindibles.
La tienda propone mobiliario, vajilla, droguería y ferretería, pero también una sección dedicada a la ropa y tejidos blancos, una mercería, una sección de confección y un espacio dedicado a la prueba. Más tarde se abrirá una sección de alimentación en autoservicio.
Biarritz entró en la historia de la moda cuando la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, la convirtió en su lugar de veraneo en 1854. Esta presencia imperial atrajo a la élite europea, transformando Biarritz en un lugar de tendencia donde la alta sociedad exhibía sus mejores galas.
Biarritz atrae a los más grandes nombres de la alta costura. Poiret, Chanel, Vionnet, Lanvin, Hermès, Rochas, Balenciaga y Courrèges han vestido así a la clientela insaciable de fiestas lujosas que animaban la Ciudad Imperial.
Coco Chanel abrió su primera tienda fuera de París en 1915, consolidando el estatus de Biarritz como ciudad de moda.
Hoy en día, este rico legado perdura a través de sus boutiques de lujo y sus eventos de moda.